¿Cómo quitar el óxido de la cadena de una bicicleta?

El óxido compromete el correcto funcionamiento de la cadena, reduciendo así la vida útil de la transmisión.

Existen varios productos eficaces para eliminar el óxido:
• una mezcla de agua y jugo de lima, el ácido contenido en la cal ayuda a eliminar el óxido;
• vinagre blanco, que produce una reacción química inmediata y permite eliminar el óxido;
• bicarbonato de sodio, mezclar con agua hasta obtener una pasta espesa que se pueda aplicar sobre las partes oxidadas;
• un producto específico para tratamientos antioxidantes.

Distribuir el producto sobre las superficies oxidadas y dejar actuar unos minutos, luego raspar con una esponja o estropajo hasta eliminar el óxido.

Si los rastros de óxido en la cadena son mínimos, un paño empapado en un producto de tu elección servirá.

Para mayor precisión y acceder fácilmente a las piezas oxidadas, puedes desmontar la cadena y retirarla de la transmisión. Trabajarás más fácilmente y, sobre todo, podrás sumergir la cadena en tu producto, para eliminar más fácilmente los restos de óxido.

Finalmente, cuando todas las piezas oxidadas hayan sido tratadas adecuadamente, limpia la cadena con agua y jabón. Una mezcla de agua caliente y líquido para lavar platos funcionará bien para eliminar los restos del inhibidor de óxido. En el caso, por ejemplo, del limón, este paso es fundamental para eliminar los restos del azúcar que contiene el zumo.

Si la bicicleta ha estado mucho tiempo sin uso y sin mantenimiento, es posible que las zonas oxidadas sean importantes y tenaces. En este caso, deberás retirar la cadena de la transmisión y sumergirla en una solución antioxidante durante unas horas. Puedes utilizar los mismos productos que indicamos anteriormente y remojar la cadena. Posteriormente, utilice un cepillo de alambre para eliminar todos los restos de óxido.

Como último recurso, si la cadena está muy oxidada, puedes utilizar ácido cítrico para tratar las partes muy oxidadas. En este caso, proteja sus manos durante la operación.

Como se explica en nuestro artículo "Lubricar correctamente la cadena de la bicicleta", aplica el lubricante en el interior de la cadena, entre cada eslabón. La parte externa no entra en contacto directo con los dientes del cassette, rodamientos del cambio y platos, por lo que de nada sirve aplicar grasa.

Una vez distribuida la grasa por toda la cadena, pasa por todas las velocidades girando las bielas para distribuir el material en cada piñón y en los platos. De esta forma toda la transmisión quedará bien lubricada.

Por último, es mejor evitar el exceso de lubricante, porque favorece la acumulación de suciedad en la cadena, es mejor pasar un paño o papel toalla por toda la parte externa de la cadena. ¿Nuestra solución? Sujete la cadena firmemente en un lugar con un paño y gire las bielas hacia atrás para que cada parte pase a través del paño.