La caña
Para empezar, enjuaga tu caña con agua dulce después de cada viaje. Tenga cuidado de que no entre agua en los accesorios. Un producto simple y efectivo como el jabón negro (disponible en los supermercados) hará maravillas para limpiar a fondo tus cañas. Vierta el equivalente a una cucharada en un recipiente grande lleno de agua tibia (o una bañera) antes de sumergir los elementos de la caña en él. Frote suavemente con una esponja de microfibra y seque la varilla cuidadosamente con un paño suave. Guarde la caña durante la noche en una habitación templada para que se seque por completo.
Los accesorios deben ser revisados antes de cada inicio de temporada.