Cómo inflar sus ruedas
para largas distancias
La presión de los neumáticos no siempre será constante durante un viaje en bici, habrá que adaptarla según los tipos de terreno que vayas a recorrer. Aquí tienes un testimonio que te puede ayudar.
Yann Gobert es un amante de los deportes al aire libre, el gravel, la bicicleta de montaña, el trail running y la larga distancia en general. Embajador de Triban desde 2019, comparte nuestra visión de una aventura amistosa y sin presiones.
“Si sé que voy a hacer un mix carretera/sendero, salgo con las llantas bien infladas, como para andar en carretera y luego con el paso de los kilómetros y senderos, voy bajando la presión para mejorar el agarre al suelo y mantener la comodidad. Lo importante en caminos accidentados o con gravilla es que no estén demasiado inflados, de lo contrario se corre el riesgo de patinar en la parte trasera y especialmente perder el control de la rueda delantera. Así que voy ajustando la presión de mis neumáticos en función de las sensaciones. Desinflo poco a poco y si vuelvo a hacer un tramo largo de carretera, vuelvo a inflar un poco. Montando sin cámara, puedo bajar con bastante poca presión en terrenos blandos o con grava, esto me permite tener una mayor superficie en contacto con el suelo, la práctica para escaladas técnicas requieren un buen agarre.
Mi primer recuerdo con un mal inflado es una de mis primeras salidas en bicicleta de montaña, a principios de los 90 (sí, eso suena a veterano, lo sé…).
Debía tener 12 o 13 años y estaba haciendo una de mis primeras salidas a la montaña con mi flamante mountain bike. Para hacerlo bien, inflé mis llantas al máximo, para no pinchar mis cámaras de aire.
En el primer gran descenso, mis neumáticos rebotaron violentamente de roca en roca y con mis 25 kilos, rápidamente me convertí en la víctima de mi bicicleta. Obtuve mi primera cicatriz y una buena lección de sobreinflado fuera de la carretera…”.