ELOPS 900 ALUMINIO
CUADRO BAJO

Si usas tu bicicleta urbana a diario, no te olvides de comprobar el estado de los neumáticos cada semana y de volver a inflarlos cada mes.

La presión recomendada de los neumáticos es de 3,5 bares (comodidad) a 4 bares (rendimiento).

Si tienes una bomba de aire de pie con un manómetro, puedes comprobar la presión de manera exacta. Si no dispones de uno, comprueba la presión del neumático presionándolo con dos dedos. El neumático tiene que ser firme, pero hundirse un poco al apretarlo. Cuando más duro esté el neumático, más rápido girarán las ruedas, pero más sentirás las irregularidades del asfalto. Si el neumático está demasiado blando, corres el riesgo de sufrir un pinchazo y de que las ruedas se estropeen.

ATENCIÓN: Si inflas los neumáticos a una presión de al menos 3,5 bares, te asegurarás una mayor resistencia a los pinchazos y un buen equilibrio entre comodidad y rendimiento.

Si guardas tu bicicleta urbana en el exterior por la noche, la cadena y el candado de la bicicleta se oxidarán más rápidamente. Por ello, es importante que los limpies y lubriques con regularidad.



Cómo lubricar la cadena. Usa los pedales para hacer girar la cadena y aplícale un "chorrito" de lubricante en todo el largo mientras cambias de velocidades. 

Cómo lubricar el candado. Mantenlo recto y "pulveriza" el spray lubricante en su interior. Luego introduce la llave y hazla girar varias veces. Seca el exceso de lubricante que haya podido quedar con un papel de cocina. 

 

Un producto "todo en uno" es perfecto para esto.  

Usar la bicicleta en un entorno urbano — salvo cuando llueve — no la ensucia tanto como usarla en el campo, así que no tendrás que limpiarla tan a menudo.

Cada dos meses, haz una limpieza a fondo de la bicicleta. Usa un champú para bicicleta y un cubo de agua caliente y limpia el cuadro, el manillar, el guardabarros, etc. Es mejor no aplicar un chorro directo con la manguera, ya que esto podría dañar algunos de los componentes. Cuando hayas acabado, seca la bicicleta urbana con un paño seco para evitar que se oxide. Aprovecha la ocasión para comprobar que todos los tornillos y pernos están en buen estado y ajustados. En ocasiones, cuando circulas por calles con un firme desigual o con un pavimento de adoquines, la Elops puede traquetear un poco y esto puede hacer que los tornillos se vayan aflojando.

En cuanto al lubricado de la cadena, lo mejor es hacerlo después de haber lavado la bicicleta. 

Las pastillas de freno no duran siempre. Dependiendo de tu conducción, del terreno que recorras y de tu peso, los frenos se gastarán lenta o rápidamente. Por ello, es importante comprobarlos regularmente y cambiar las pastillas cuando sea necesario. 

Además, ¿los frenos están ajustados? Si tienes cualquier pregunta, te recomendamos que visites un taller de Decathlon, donde un técnico puede ajustar los frenos de tu bicicleta urbana para garantizarte que están en unas condiciones óptimas.

Si las velocidades no cambian correctamente, puede deberse a varios factores:

1- ¿Has llevado la bicicleta para que pase su primera revisión? Cuando compras una bicicleta en Decathlon, consigues una revisión gratuita en los 6 meses posteriores a la compra. Una de las cosas que incluye esta revisión es la comprobación del cambio correcto de las velocidades. ¡No te olvides de usarla!

2- El cable y/o la funda del cambio están gastados o viejos. Tienes que cambiar el cable y/o la funda si están dañados.

3- Hay que ajustar el propio desviador. Usa los tornillos de tope superior (L) e inferior (H) para ajustar el cambio, en especial si la cadena tiende a saltar en los engranajes traseros.

Si estos ajustes no solucionan el problema, visita tu taller Decathlon local para un diagnóstico más en profundidad.

Si las luces no funcionan, puede deberse a diferentes razones:

1- Comprueba que la dinamo esté correctamente colocada contra el neumático.

2- Comprueba que la dinamo esté bien conectada.

3- Comprueba las conexiones eléctricas (teniendo en cuenta que si no funciona una luz, las dos estarán cortocircuitadas).

 

Consulta las imágenes de abajo para descubrir cómo hay que realizar estas comprobaciones.

Si esto no funciona, no dudes en pedir consejo a los técnicos de tu taller Decathlon local o contacta con nosotros desde más abajo para pedir ayuda.

Si la rueda delantera hace ruido, puede deberse a:

1- Las pastillas de freno tocan la llanta. Consulta el apartado "Tu frenada no es lo bastante potente" para ver cómo ajustar correctamente las pastillas de freno.

2- El guardabarros toca el neumático.



Si el ruido procede de la rueda trasera, puede deberse a:

1- Las pastillas de freno tocan la llanta. Consulta el apartado "Tu frenada no es lo bastante potente" para ver cómo ajustar correctamente las pastillas de freno.

NOTA: Antes de realizar el ajuste, asegúrate de que la rueda esté correctamente alineada. Para ello, usa una llave del 15 para aflojar el tornillo que sujeta la rueda trasera y recéntrala dentro del cuadro.

2- El guardabarros toca el neumático.



Si el ruido persiste, acude a una tienda Decathlon cercana para que realicen un diagnóstico en profundidad.

Dentro del neumático hay una cámara llena de aire. Cuando el neumático está desinflado, normalmente se debe a que la cámara de aire tiene un pinchazo. Es bastante fácil de reparar; mira nuestro tutorial en vídeo.

Si es necesario, visita tu taller Decathlon local para que te ayuden.

La calidad de la frenada se ve afectada por varios factores.

Una frenada de mala calidad puede manifestarse mediante un ruido al frenar o por el hecho de que las palancas de freno estén flojas o blandas al apretarlas.

Para resolver este problema, sigue los pasos de más abajo:

1- Comprueba la orientación de las pastillas de freno. Estas deben seguir la forma de la llanta sin tocar el neumático y lo ideal es que estén situadas a 1 mm de la rueda, con un espacio adicional de 0,5 mm en la parte posterior de la pastilla (para garantizar que las pastillas no estén exactamente paralelas a la rueda, ya que esto generaría ruidos).

2- Ajusta los frenos.

3- Sustituye las pastillas de freno si están gastadas. La frecuencia con la que tienes que cambiar las pastillas de freno dependerá de la frecuencia con la que uses la bicicleta. Las pastillas de freno tienen unos surcos para asegurar que evacuan el agua. Si estos surcos han desaparecido, o están muy gastados, ¡ha llegado el momento de cambiar las pastillas de freno! Para ello, ve al apartado "Reparar/mantener la bicicleta" y sigue el tutorial "Cómo cambiar las pastillas de freno".