Tu casco de esquí te permitirá disfrutar de las pistas de esquí/snowboard con total seguridad. Para beneficiarte de su comodidad y protección a lo largo del tiempo, es importante que cuides tu casco durante tu estancia en la nieve y al final de la temporada.
Cuidar tu casco es fácil, al final del día en las pistas de esquí, recuerda secar bien tu casco antes de guardarlo en su funda protectora.
Si está mojado, aunque sea un poco, la humedad no se evaporará, comprometiendo así su comodidad y permitiendo la aparición de malos olores.
También hay que evitar colisiones con el casco al volver al alojamiento, y en general, para conservar su eficacia.
Le recomendamos que lave la espuma de confort de su casco (interior de espuma).
Para lavar las almohadillas de espuma, simplemente levante la parte que está unida al casco con tiras de velcro y lave a máquina a 30°.
Antes de volver a colocarlas, sécalas bien al aire libre.
También puede limpiar la parte exterior del casco con un paño. Finalmente, use una esponja ligeramente humedecida para limpiar las almohadillas.
Con pequeñas acciones, podrás conservar tu casco durante más tiempo y evitar la aparición de malos olores durante su almacenamiento tras el final de la temporada.
Importante: Se recomienda cambiar el casco de esquí si ha sufrido golpes, aunque no sean visibles.
Después de un choque, la eficacia de la protección puede verse reducida. En general, le recomendamos cambiar su casco cada 5 años, ya que los elementos (rayos UV, humedad...) y el desgaste natural reducen su eficacia.
Ahora ya sabes todo sobre cómo cuidar mejor tu casco de esquí, ¡así que protégete!