1. Mantenimiento y encerado de fin de temporada
Antes de guardar todo en el armario, tómate un tiempo para comprobar el estado de tus esquís y realizar un encerado de final de temporada:
➡️ Inspecciona visualmente el estado de tus esquís, bases y cantos, para prevenir posibles grietas o impactos que puedan dañar la estructura del esquí. Si notas alguna anomalía, no esperes a llevar tus esquís al taller y realizar un mantenimiento completo: afilado, relleno, lijado.
➡️ Limpia las bases de tus esquís con un cepillo de latón o bronce desde la parte delantera hacia la trasera del esquí para eliminar cualquier impureza que pueda haberse introducido en la estructura. Aunque no sea visible a simple vista, las suelas acumulan polvo e impurezas durante el transporte y en la nieve. Por otro lado, si tus suelas están muy sucias: límpialas con quitacera utilizando un paño.
➡️ Aplica cera universal con una plancha de manera uniforme sobre tu esquí, siendo lo suficientemente generosa para nutrir bien tus esquís. Si no estás acostumbrado, aquí tienes nuestros consejos para encerar correctamente tus esquís.
➡️ Una vez que la cera esté completamente seca, raspa solo los bordes usando un raspador de cera. Rasparás las bases de tus esquís al comienzo de la próxima temporada, antes de tu primera salida.
➡️ Para que tus esquís brillen y los protejas de la humedad, termina con cera líquida que se aplicará con un paño en la parte superior de tus esquís y tus fijaciones.
El proceso es el mismo para tus esquís alpinos, tus esquís de travesía, tus esquís de fondo e incluso tu tabla de snowboard. Antes de guardarlos para los días soleados, ¡un buen encerado de final de temporada les vendrá de maravilla!