Después de una salida con barro o un esfuerzo intenso, recuerda lavar tu casco con agua dulce y jabón suave. Sin embargo, no utilice detergentes ni limpiadores químicos. Además, para proteger su casco de rayones, no use el lado aspero de la esponja.
Una vez lavado, deje que su casco se seque al aire o límpielo con un paño suave. No lo coloque cerca de un radiador o cualquier otra fuente de calor para acelerar el secado.
La sal de tu transpiración puede atacar la espuma de tu casco. Para evitarlo, puede lavar las piezas de espuma con agua dulce. ¡Esto aumentará significativamente su vida útil!
Finalmente, guarde su casco en un lugar fresco y seco. Evite las fuentes de calor excesivo, los rayos UV y el frío invernal.